Plaza Tetuán-Amaliach

Espacio Público

“Entre Valles y Cráteres” (lema para el concurso) ha buscado desde sus primeros esbozos generar un espacio público capaz de crear un plano continuo de suelo que consiga salvar el gran desnivel que presentaba el área de trabajo (6,20 metros de altura en la parte más desfavorable). Haciendo utilizable el 100% de su superficie y, recuperando así un espacio residual de la ciudad en el que se habían yuxtapuesto una serie de operaciones independientes, tales como la creación de un aparcamiento, la instalación de un generador eléctrico, o una rampa para dar acceso a las viviendas en las zonas más elevadas.

Tras la asignación del proyecto, se llevó a cabo un trabajo de campo atendiendo a las necesidades y peticiones de los futuros usuarios. Restaurantes y otros negocios locales transmitieron sus inquietudes, sobre todo aquellas relacionadas con problemas existentes que debían ser resueltos con la propuesta final. Estas soluciones pasaban por la reubicación de ciertas instalaciones (se entierra el transformador eléctrico) y la inclusión de espacios verdes (la primera propuesta planteaba todo un plano de suelo construido en hormigón tal y como se requerían en las bases del concurso). La propuesta final también cumple las exigencias del Ayuntamiento de Santander que busca en sus nuevos espacios públicos entornos urbanos de bajo mantenimiento y capaces de garantizar la seguridad del ciudadano.

Se ha trabajado con un plano de suelo esculpido a modo de topografía, que consigue en su solución formal generar itinerarios accesibles a las zonas más altas de la plaza evitando rampas y barandillas. Para ello, se ha proyectado un plano regulador que busca en su geometría (una superficie reglada como plano base) la solución más sencilla, con unas pendientes mínimas que permiten cumplir accesibilidad. A este plano se le aplican unas acciones que van a tener como resultado una zonificación de la plaza a modo de “cráteres” que organizan actividades y circulaciones. Se quiere obtener una relación visual entre todas las partes del conjunto, pero permitiendo el desarrollo particular de cada una de las actividades. Estos cráteres se materializan de muy distintas maneras en función de su uso; se plantean suelos duros para las zona de terrazas (para negocios hosteleros ya existentes) con vegetación arbustiva en sus taludes, suelos de caucho en el parque infantil, otros de césped o uno de ellos ocupado por una instalación a modo de graderío reversible.

Sobre el proyecto se superpone una trama de 3×3 metros que sirve de base reguladora para organizar la ubicación de árboles “pyrus calleryana», iluminación con báculos y proyectores, y demás mobiliario urbano. También es esta trama la que define las juntas de dilatación que formarán parte del despiece del suelo de hormigón rayado, cuya textura garantiza la nula resbaladicidad .

Santander, Cantabria

FICHA TÉCNICA

SUPERFICIE

CONCLUSIÓN

2432m²

2016

PROYECTO

ARQUITECTURA

EQUIPO

Héctor Navarro

ARKHITEKTON SA

INTERIORES

FOTOGRAFÍA

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Héctor Navarro