Se trata de una obra de interiorismo para alojar una tienda de puericultura creando un espacio de atractivo para los más pequeños. Todos los huecos en fachadas buscan la conexión máxima con las calles circundantes y toda la tienda funciona como un gran escaparate. El espacio interior se zonifica en distintas áreas, incluyendo suelos adoquinados, como espacios de prueba para carricoches. El proyecto incluye el diseño del mobiliario así como el proyecto de iluminación
Fotografía: David Montero